15 años

Nuestro amor fue en el destiempo
por un tiempo de cada uno.
Y también fue de nosotros.
No existe foto para el recuerdo,

no está tu cara siquiera en un 4x6.

Está impreso tu cuerpo expectante,

sentado en el umbral de mi puerta,

el mío en mi colchón,

tus manos sobre las cuerdas

a punto de saltar

de los acordes hacia mí.

Está lo intenso de tus palabras,

siempre pocas y certeras.

Y tengo aún la fiebre

de ese último encuentro trasnochado,

borradas las palabras

de mi triste carta,

solo la sensación

del crudo adiós en nuestra piel.

Si pudieran quince años

devolverme

tanto amor en blanco y negro.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

El niño y el silencio

Carozo de plantas futuras

sin revisión